Montenegro es un país fascinante que se asoma al mar Adriático en los Balcanes. A pesar de ser uno de los estados europeos más pequeños, hay montañas y costas en Montenegro donde se puede encontrar una rica variedad de fauna y flora. Montenegro sufrió un pasado atormentado, pero obtuvo su independencia en 2006, cuando Podgorica fue confirmada como su capital.
Historia
Los turcos fueron los primeros en conquistar Montenegro en el siglo XV, la región costera fue conquistada por la República de Venecia y llamada Albania Veneciana. Más tarde, Montenegro se convirtió en parte del Imperio Otomano hasta principios del siglo XIX. Después de las guerras turco-montenegrinas, el país expandió sus fronteras y declaró su independencia en 1878. La independencia duró poco y se perdió nuevamente en 1918, cuando el país se convirtió en parte del Reino de Serbia. En 1945, Montenegro fue declarada la República Federativa Socialista de Yugoslavia, como una de las seis Repúblicas Federadas. En 1992, Serbia y Montenegro siguieron siendo las únicas dos repúblicas aún unidas, tanto, y en 2003 tras un acuerdo, la Federación de Yugoslavia pasó a llamarse "Serbia y Montenegro". En 2006, Montenegro se convirtió nuevamente en un estado independiente, luego de un referéndum nacional.
Qué ver en Montenegro
Hay mucho que hacer en Montenegro, desde trekking en parques nacionales como Durmitor, rafting en el río Tara, hasta esquiar en Kolasin. Montenegro también tiene algunas ciudades interesantes, como Bar, con su centro antiguo y Herceg Novi cerca de la bahía de Boka Kotorska. El Monasterio de Ostrog es uno de los lugares más hermosos para visitar, es un monasterio ortodoxo construido en los acantilados de Ostroška Greda. La capital, Podgorica, merece una visita debido a su impresionante ciudad antigua, llena de arquitectura del período otomano, la Catedral de la Resurrección y los museos de historia natural y arqueología.
Playas
Las Bocas de Catarro son un lugar que no debe perderse para darse un chapuzón en el azul de las aguas del Adriático que bañan la costa montenegrina y, en particular, el área de Kotor; Una bahía encantadora con pequeñas calas que crean un escenario similar a los fiordos noruegos. A pocos kilómetros de Budva, una maravillosa playa de fina arena rosada, Milocer, todo rodeado de árboles y vegetación mediterránea. Drobni Pijesak, una playa caribeña oculta, casi secreta como su nombre indica, es una playa de pequeñas piedras blancas.